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¿Qué tipo de deporte es el mejor según la edad de tu hijo?

El ejercicio físico es fundamental para cualquier persona, tenga la edad que tenga,  y una manera de practicarlo es a través del deporte. De hecho, en el caso de los más pequeños de la casa, la practica frecuente de algún deporte de su agrado puede traerle variedad de beneficios, no solo a nivel de salud y desarrollo, sino también a nivel psicológico y social.

Si es verdad que en ocasiones por falta de tiempo o por motivos variados, no  podemos inscribir a nuestros hijos en algún deporte. A veces, sencillamente es imposible. Sin embargo, debemos entender la importancia de esta práctica para su desarrollo y bienestar, y no poner excusa al menos en los fines de semana o en vacaciones.

Una vez hayamos decidido inscribir a nuestro hijo en un deporte,  debe ser el niño, dentro de unos límites, el encargado de elegir el deporte o los deportes que va a practicar. Caso en el que, dicha decisión, de seguro estará influenciada por sus amigos, los medios de comunicación, el entorno que le rodea, etc. Lo importante es que se favorezca de las ventajas del ejercicio para su buen  desarrollo físico y mental.

Entre otros beneficios, el deporte ayuda a los niños a integrarse más socialmente y a adquirir unos valores fundamentales, además de colaborar en el correcto desarrollo de sus huesos y músculos. Un experto Preparador de Educación Física de Primaria nos cuenta cuales son estas múltiples ventajas

Beneficios del deporte para los niños

1. Introduce al niño en la sociedad y le ayudan a compartir triunfos y derrotas, así como a disfrutar de los sentimientos propios de formar parte de un equipo. Además que el ocio deportivo puede ser un punto de encuentro más entre padres e hijos, que pueden sentirse orgullosos por compartir aficiones en familia.

2. Le enseña a seguir reglas. Además que les permite darse cuenta desde pequeños del valor y de las recompensas del esfuerzo continuo y del entrenamiento a medio y largo plazo. Con la práctica de algún deporte, los niños aprenden que conseguir objetivos requiere una etapa de aprendizaje, sacrificios y esfuerzo, y que no todo es inmediato, ni fácil de conseguir.

3. Le ayuda a abrirse a los demás y superar la timidez. De hecho, hacer deporte en equipo puede ser un canal más para mejorar la autoestima del niño, ayudándoles en esos casos en los que por su cuerpo puedan tener problemas de integración, por sentirse demasiado altos o bajos, o gordos o delgados. Estas son sensaciones que pueden llevarse mejor cuando los niños sienten ágiles y con capacidad para controlar su cuerpo y cuando se sienten seguro e integrados en la práctica de un deporte, de forma normalizada.

4. Frena sus impulsos excesivos. Por ejemplo, al aprender que hay batallas que se pierden, y a que hay que ser fuerte para poder afrontarlo, dándole valor al buen sabor de los triunfos conseguidos con trabajo duro, se ayuda a los niños que tienen poca tolerancia a la frustración a mejorar su carácter.

5. Fomenta en el niño la necesidad de colaborar por encima del individualismo, enseñándole a ganar y a perder y ayudarse en equipo para conseguir un objetivo común.

6. Le hace reconocer, aceptar y respetar que existe alguien que sabe más que él.

7. Produce un aumento generalizado del movimiento coordinado.

8. Aumenta sus posibilidades motoras.

9. Favorece el crecimiento de sus huesos y sus músculos.

10. Puede corregir posibles defectos físicos.

11. Potencia la creación y regularización de hábitos.

12. Desarrolla su placer por el movimiento y el ejercicio, aprendiendo a divertirse y pasarlo bien con una alternativa más al amplio abanico de posibilidades de ocio; la cual, incluso, puede compartir con familiares y amigos.

13. Estimula la higiene y la salud. Esto porque la práctica habitual de ejercicio físico moderado contribuye al mantenimiento de un buen estado general de salud y ayuda a estar bien, sentirse sano y tener vitalidad, facilitando el buen funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo. Si tomamos el deporte como una práctica habitual, entrenamos el corazón, el sistema respiratorio, óseo y sanguíneo y mantenemos un buen estado de ánimo, más fuerte para afrontar los problemas y contratiempos del día a día.

14. Le enseña a tener ciertas responsabilidades.

15.En el ámbito de la prevención, el ejercicio físico diario moderado ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Además, que es fundamental para evitar el sedentarismo y fomentar la realización de los trayectos cortos, caminando o paseando.

16. El ejercicio físico moderado puede ayudarnos a descansar y conseguir una mejor calidad del sueño, ya que favorece la relajación y la descarga de la tensión y nervios que a menudo acumulan entre semana. A pesar de lo que se cree, descansar no se resume a pasar la tarde en el sofá; sino que otras actividades, como en el caso del deporte, también ayudan al descanso físico y psicológico, permitiéndonos volver a nuestra rutina del día a día con más fuerza y ánimo.

17. La sensación de bienestar inmediato que produce el ejercicio físico se debe a la liberación de las endorfinas, que son las hormonas encargadas de facilitar y generar sensación de bienestar y vitalidad, lo cual, a su vez, nos ayuda a enfrentarnos a los problemas con mayor energía.

18. El ocio deportivo previene el exceso de tiempo dedicado a actividades sedentarias y pasivas. Dichas alternativas de ocio fáciles y cómodas, que no suponen ningún tipo de actividad física, ni motivación, ni estimulación para los niños, cuando se realizan de forma exclusiva, y sin alternar con otras actividades, pueden facilitar el desencadenamiento de problemas de salud. Así que para no caer en ellas, lo mejor es destinar un poco de tiempo a la semana y planificar con antelación un deporte que nos proporcione beneficios más saludables.

 

Los deportes según la edad del niño

Por supuesto, si de escoger un deporte se trata, te encontrarás con múltiples opciones. Sin embargo, debe ser tu hijo, quien, dentro de unos lineamientos, elija el deporte que más le interesa practicar. Lo que si puedes hacer es ayudarle a entender la finalidad de esta práctica, de forma que tome la mejor decisión y le puedes presentar una lista de opciones según su edad:

  1. Artes marciales: judo o kárate. Este tipo de deporte favorece la coordinación de movimientos y como son actividades progresivas que se adaptan fácilmente a cada niño, son ideales para empezarlas desde muy temprano, incluso, alrededor de los cuatro años.
  2. Natación. Es el deporte por excelencia ya que mejora la coordinación y la resistencia y, además, es muy aconsejable para corregir problemas posturales como la escoliosis; siendo otra  de sus ventajas que  puede iniciarse desde bebé.
  3. Ciclismo. El ciclismo es un deporte estupendo para compartir en familia. El niño comenzará a pedalear y mostrar un poco de equilibrio en torno a los 3 años, que es cuando podrás enseñarle a montar en bici. Luego, hacia los cinco años, ya se desprenderá de los ruedines, así que será el momento perfecto para aficionarle a los largos paseos.
  4. Tenis o paddle. Este deporte proporciona resistencia y potencia, a la vez que favorece la coordinación visomanual. Puede iniciarse entre los 4 y los 6 años, dependiendo del desarrollo psicomotor del niño, siempre en pequeños grupos y con un monitor especializado, ya que es un deporte que tiene cierta exigencia técnica.
  5. Deportes de equipo. El fútbol, el baloncesto o el balonmano, entre otros, además de trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación, le sirven al niño para relacionarse y aprender a cooperar con el grupo desarrollando estrategias de juego. Este tipo de deporte son altamente recomendables, sobre todo para aquellos niños que no tienen hermanos y les vendría bien una actividad en la que puedan relacionarse con compañeros de juego de su edad. Sin embargo, el niño comenzará a sacar ventajas de estos deportes en torno a los 7 años.
  6. Esquí. En el terreno físico, mejora el equilibrio y fortalece la musculatura, mientras que en el personal pone al niño en contacto con la naturaleza y le permite practicarlo en familia. Se puede iniciar  una vez cumplidos los 4 años y siempre con la ayuda de un monitor.
  7. Piragüismo. Requiere de gran resistencia física, por lo que está indicado para niños ya acostumbrados a la actividad física y que tengan entre los 10 o 12 años.
  8. Gimnasia rítmica. Es un deporte progresivo que favorece, sobre todo, la flexibilidad, y que se puede empezar en torno a los 6 años.
  9. Patinaje. Ayuda a desarrollar el equilibrio y la coordinación de movimientos. Si se practica como deporte, es una actividad exigente que requiere muchas horas de entrenamiento. Se puede iniciar en torno a los 8 años.
  10. Esgrima. Con este deporte se desarrolla la coordinación, el equilibrio, la rapidez de respuesta y el autocontrol. Es un deporte muy técnico que requiere buena forma física y entrenamiento, por lo que es recomendable comenzar a practicar a partir de los 8 años.

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