Estar de vacaciones es lo mejor del mundo, estoy bastante seguro de que en eso estamos todos y todas de acuerdo. Tener la oportunidad de descansar después de un año de mucho ajetreo en la oficina es algo que nos merecemos y que nuestro cuerpo va a agradecer. Los madrugones desaparecen, los agobios y el estrés que causa el hecho de tener que cerrar un proyecto a tiempo también y el permanecer atento al reloj es algo que parece sacado como de una pesadilla, pero que nada tiene que ver con la realidad en la que vivimos cuando estamos de vacaciones. Nos gustaría vivir así toda la vida, pero nos tenemos que conformar con algunas semanas a lo largo del año.
Hay muchas opciones para disfrutar al 100% de esos momentos de ocio y asueto que tenemos a lo largo del año. Ir a la playa es algo muy tradicional en España, pero no la única alternativa ni mucho menos. Muchas familias ponen sus ojos en la montaña para conseguir beneficiarse de ese silencio que tantos beneficios tiene para nuestra salud, sobre todo la mental. También es habitual encontrarse con familias que decidan acometer alguna ruta por ciudades históricas de nuestro país, que tenemos unas cuantas, por cierto. Por otro lado, siempre tendremos la opción de acudir al extranjero para conocer otra cultura, otra lengua y otras costumbres.
¿Qué es lo que prefieren los españoles? La verdad es que no es ninguna sorpresa que, tal y como indicaba la noticia de la web de la revista Forbes que os voy a enlazar a continuación, los españoles prefieran irse de vacaciones 1 o 2 semanas y apuestan por el turismo de sol y playa. No es nada raro que así sea ni mucho menos. Estar cerca del mar es algo que nos encanta y que todo el mundo adora. Es la manera en la que más olvidamos la rutina, en la que más podemos disfrutar de esos momentos de ocio que nos deja el calendario y reconectar con nosotros y nosotras mismas, algo de lo que no estamos tan pendientes a lo largo del resto del año.
Esta es la manera en la que disfruto de mis vacaciones con la familia
En mi caso, tengo que deciros que la opción ha sido siempre esa, la de estar cerca del mar cuando llegan las vacaciones. Creo que el mar siempre suele ser una de las grandes referencias a la hora de hacernos olvidar la rutina y eso es lo que siempre he sentido. Por eso, desde que tanto yo como mi mujer empezamos a trabajar, nos escapamos al menos una quincena a un sitio de costa. Queríamos disfrutar de la misma y de todo lo que lleva asociado: el sol, la playa, los paseos marítimos repletos de terrazas… No cabe la menor duda de que eso, cuando se es joven, es todo un lujo y especialmente si no vives de manera habitual en un sitio de costa.
Tengo que decir que esas vacaciones eran lo más. Pero ya sabéis que todo termina cansando. Ojo, nosotros no nos cansamos del mar ni mucho menos, faltaría más. Es el mejor sitio del mundo. Pero es verdad que, después de algunos años teniendo más o menos las mismas vacaciones, ya sentíamos que teníamos que cambiar. Por eso, no dejamos de poner el foco en el mar, pero dándole otro cariz a esas vacaciones. Después de pensarlo durante algunas semanas, ambos llegamos a la conclusión de que quizá sería una buena idea adquirir un pequeño barco. Estábamos esperando nuestro primer hijo y un vehículo, así sentíamos que podría hacer muy especiales unas futuras vacaciones en familia.
Además, le propusimos la idea a mi hermano para que pudiéramos ser más durante las vacaciones y tanto a él como a su esposa les pareció una buena idea. Por tanto, adquirimos juntos el barco y empezamos a planear todos juntos las vacaciones durante ese primer año. Decidimos coger la primera quincena de agosto y desde mucho antes estuvimos planteando todas las actividades que podríamos realizar con este nuevo objeto de nuestra propiedad. Teníamos muchas ganas de disfrutar del mar, que siempre nos ha parecido a todos nosotros la mayor representación de la naturaleza. ¿Qué más le podíamos pedir a la vida? Habíamos encontrado el dinero para adquirir el barco y ahora habíamos llegado a un acuerdo para disfrutar de las vacaciones.
Había una cosa que nos preocupaba un poco en relación a nuestras primeras vacaciones en el barco: teníamos que contratar a un patrón porque nosotros no sabíamos conducirlo. Sabíamos que hay empresas que se encargan de gestionar esto y nos pusimos manos a la obra para dar con una de ellas. Una de las que nos apareció en la búsqueda que hicimos por Internet fue Náutica Puerto Gris, que no solo nos daba facilidades para encontrar un patrón, sino que también podía encargarse de un servicio que nos haría mucha falta en el futuro: el traslado de embarcaciones por mar. Contactamos con ellos y empezamos a respirar un poquito más tranquilos.
Por supuesto, tuvimos la oportunidad de que nos proporcionaran la ayuda de un patrón para el barco y, cuando organizamos las vacaciones, le tuvimos a nuestra disposición para que condujera el navío. No nos tuvimos que preocupar por nada porque la verdad es que no tuvimos ni un solo problema. Nos limitamos a disfrutar de la compañía de la propia familia, que es lo mejor que podemos hacer cuando estamos de vacaciones y necesitamos desconectar de la rutina habitual en la que estamos inmersos. Es una necesidad sacar el máximo partido de una cuestión como de la que estamos hablando y la verdad es que de eso va a depender en buena medida la felicidad que podamos conseguir.
Poder disfrutar de toda la familia en el mar es algo que nos encanta y que ya hemos repetido durante bastantes años. Además, el hecho de que nos puedan desplazar el barco de un lado a otro es algo que nos facilita mucho la vida porque permite que no tengamos que estar siempre de vacaciones en el mismo sitio. Os podemos asegurar que eso haría que termináramos aburriéndonos. Y ese no es el plan que queremos para las vacaciones ni mucho menos. Lo que queremos es cambiar de aires aunque lo básico, el surcar los mares, sea algo que se mantenga. Durante todos estos años que llevamos con el barco, hemos estado en destinos tan variados como Valencia, Cádiz o Vigo.
¿Qué beneficios tiene estar en el mar?
El mar es uno de los espacios naturales que más impacta en la gente, así que es lógico que mucha gente se fije en este espacio para disfrutar de sus vacaciones. El mar tiene una serie de beneficios de los que ahora vamos a hablar y de los que se hizo eco la web de Salud y Medicina.
- En lo que respecta a los beneficios que tiene sobre la piel, encontramos un efecto antioxidante y cicatrizante. Además, tiene un efecto espectacular sobre personas que sufren psoriasis.
- También hay beneficios sobre las vías respiratorias porque la brisa marina es algo que permite limpiarlas, especialmente si vivimos en una ciudad en la que haya mucho tráfico o mucho ruido, elementos que favorecen la contaminación.
- Beneficios para los músculos y los huesos. Nadar mejora la musculatura, así que no podemos dejar escapar la oportunidad de hacerlo y más en el mar, donde tenemos que oponer una mayor resistencia al agua que podemos encontrar en una piscina, por ejemplo.
- Para el sistema nervioso, entra en acción la serotonina, que ayuda a mejorar todo lo que tiene que ver con el estrés y la ansiedad, que ya sabéis que son dos factores tristemente muy presentes en la sociedad en la que nos movemos.
Hay que disfrutar de la familia y de las vacaciones. Y si eso viene acompañado con disfrutar del mar, mejor que mejor. Tenemos un mundo que, aunque nos lo hemos venido cargando poco a poco con un exceso de consumismo, entre otras cosas, sigue siendo bonito y sigue ofreciéndonos muchos lugares que merece la pena visitar. Ni que decir tiene que encontrar un lugar inspirador y que nos permita desconectar de la realidad rutinaria es algo que nos va a venir de perlas para sentir que estamos bien, que podemos recargar las pilas y que podemos tomarnos la vida con algo más de calma, aunque solo sea por unos días.
Si todavía no habéis hecho un plan como del que hemos venido hablando en relación a alquilar un barco para surcar el mar, os lo recomendamos de manera encarecida. La verdad es que hay pocas opciones que nos proporcionen una paz como la que necesitamos después de unos meses de trabajo muy intensos y para los que necesitamos motivación, la motivación de saber que después de todo ese esfuerzo habrá una recompensa y que esa recompensa llegará en forma de vacaciones, de un más que merecido descanso.
