En este mundo todo lo que hagamos afecta a todo cuanto tenemos a nuestro alrededor, ya sea directa o indirectamente. Hay cosas que se notan y se sienten con mayor fuerza, pero existen ciertos efectos que parecen fantasmas… que perjudican, pero no se ven ni se sienten. Al menos, no hasta varios meses y / o años después.
Estos últimos son los peores, sin ninguna duda. Porque si sabes que estás haciendo algo que te perjudica a ti mismo, lo más normal es que te detengas, te pares a pensar y, en consecuencias, corrijas esa actitud para dejar de dañarte.
Pero ¿qué sucede cuando algo de lo que estás haciendo (o de lo que están haciendo los demás) te hace daño sin que siquiera te des cuenta? ¿Cómo lo detienes, si no sabes que te le haciendo mal a tu salud?
La contaminación, por desgracia, tiene muchos nombres y apellidos
Cuando hablamos de contaminación, automáticamente pasamos a imaginarnos dos cosas, solamente dos cosas: o bien nos imaginamos una ciudad que proyecta grandes cantidades de humo a la atmósfera, o bien nos imaginamos un océano repleto de plástico. No existe en nosotros otras opciones de contaminación, nos sale instintivo.
Tipos de contaminación dependiendo del medio
Estas son las contaminaciones que, sin duda, más conocemos, y son tres:
- Contaminación del suelo. Ocurre, por desgracia, gracias a la acción humana (hablamos de contaminación de suelo con las grandes acumulaciones de residuos y de basura).
- Contaminación hídrica o del agua. Ya sabes de cuál hablamos, ¿verdad? Hablamos de ríos, mares y lagos, y de nuevo producido por el ser humano.
- Contaminación atmosférica o ambiental. Esta es la madre de la contaminación, la que, sin duda, todos conocemos: es la liberación de sustancias químicas, toxicas y contaminantes a la atmósfera.
Tipos de contaminación dependiendo del contaminante
Estos tipos ya empiezan a ser algo desconocidos, algunos más que otros. Y, a diferencia del anterior, este tipo de contaminación depende del contaminante, no del medio que se está contaminando. Vamos a hablar de los conocidos entre lo más desconocidos:
- Contaminación lumínica. ¿Sabes que más del 80% del planeta no puede ver las estrellas de noche por la enorme cantidad de luz artificial? El exceso de luz se nota y perjudica al ambiente, y este es un buen ejemplo de ello.
- Contaminación térmica. ¿Sabías que la fluctuación térmica -es decir, entre un extremo y otro de la temperatura- también es un factor importante de la contaminación? De hecho, es la principal causa del cambio climático.
- Contaminación acústica. Este es un contaminante conocido y muy, muy molesto. Es la exposición continua al ruido desagradable y elevado que afecta a nuestro cuerpo de formas muy diversas (ánimo, sueño, nutrición…).
- Contaminación visual. Esta vuelve a ser desconocido. ¿Alguna vez has visto un precioso paisaje que tenía, en el centro, una antena eléctrica que lo estropeaba? Las construcciones humanas destruyen visualmente un paisaje, y esto es, exactamente, este tipo de contaminación.
- Contaminación química. Esta tiene su origen en productos químicos, y es muy común que ocurra gracias a los usos empresariales. Un ejemplo de ella son, por ejemplo, los metales pesados en el aire.
- Contaminación radiactiva. Como su nombre bien indica, se origina en los materiales radiactivos. Cuando hay un accidente y se escapan, van al aire. El principal contaminante del planeta es el uranio.
Pensamos que la contaminación nunca nos va a afectar, que es algo lejano en el tiempo que no tiene por qué tocarnos… pero, al final, de una forma o de otra, siempre lo hace
Muchas veces pensamos que lo que ocurre en el planeta no tiene nada que ver con nosotros. Pero la realidad es que absolutamente todo lo que sucede en el planeta tiene que ver con nosotros. Y, para bien o para mal, nos afecta.
Por poner un ejemplo, la política. Muchos de nosotros no votamos por razones muy, muy diversas. Algunos no lo hacen porque no entienden de política, otros no lo hacen porque piensan que las elecciones están amañadas y que, voten a quien voten, ya está decidido quién se va a llevar el próximo Gobierno incluso desde antes de las elecciones… y los hay que prefieren dejar la responsabilidad en el resto del mundo y lavarse las manos porque no saben a quien votar y la política les da igual.
Pero lo cierto es que sí que nos afecta. Porque, de un tiempo atrás hasta ahora, la abstención de votos se ha ido haciendo cada vez mayor, de modo que llegamos incluso a la mayoría absoluta en partidos muy polémicos, tales como VOX. Yo no voy a entrar en qué partido le conviene más o menos a España, porque la opinión es algo privado y no quiero meterme en berenjenales. Esto solo es un ejemplo de lo que la abstención en temas que nos invaden día a día puede llegar a hacernos.
Y, si algo tan simple como la política nos puede afectar (tanto a nosotros como a nuestros hijos) de una forma tan peligrosa… ¿cómo podría afectarnos algo tan global y generalizado como la contaminación de nuestro planeta?
Yo te lo voy a explicar.
Efectos de la contaminación en nuestro cuerpo y en nuestra salud
No somos en absoluto conscientes del peligro tan real que la contaminación del medio ambiente supone para nuestra salud. Y esto me inquieta muchísimo, porque no estar enterados de lo que cierto tipo de contaminaciones puede causar en nosotros, nuestra salud o en la de nuestros hijos, amigos o familiares, me aterra.
Hablemos primero de algo tan básico como la contaminación del aire y del agua.
Agua y aire, dos elementos que utilizamos a diario, ya sea consciente o inconscientemente. El primero para hidratarnos y el segundo para respirar e introducir el valiosísimo oxígeno en nuestro organismo.
Permíteme hablarte en cifras sobre el agua. No para asustarte, sino para acerté comprender la importancia de este asunto. Cito textualmente: “Según datos oficiales, sólo el 0.007% del agua existente en la Tierra es potable, y esa cantidad se reduce progresivamente por culpa de la contaminación”. Si el agua que bebemos está contaminada con productos químicos o tóxicos, ¿qué crees que podría pasar en nuestro cuerpo a lo largo de nuestra vida?
Voy a darte una pequeña lista de las enfermedades y afecciones que el consumo de agua contaminada diaria puede ocasionar en nuestro organismo:
- Cólera.
- Diarreas.
- Disentería.
- Hepatitis A.
- Fiebre tifoidea.
- Poliomielitis.
Ahora, hablemos sobre el aire contaminado. Según un estudio muy alarmante, el 99% de la población respira aire contaminado. Solo el 1% del planeta respira aire limpio. ¿Tú sabes la barbaridad (hablando en cifras) que supone esto?
Vamos a hablar de algunas enfermedades a la que te expones por respirar aire contaminado.
- Infecciones respiratorias.
- Enfermedades cardíacas.
- Derrames cerebrales.
- Cáncer de pulmón.
- Daños severos en los dientes.
¿Que la contaminación afecta a la salud bucodental…?
Pues sí, afecta. ¡Y no te puedes imaginar cuánto lo hace!
Si no sabes por qué, permíteme explicártelo. El aire se contamina por una sencilla razón: porque metales pesados o elementos tóxicos se mueven por él. Ni más ni menos. Por esta razón, que estos materiales estén en el aire destruye nuestra capa de ozono.
Y, si el aire contaminado daña nuestra capa de ozono… ¿qué piensas que puede hacer en nuestra boca? Párate a pensar que nosotros respiramos introduciendo aire en nuestro cuerpo y, de esta forma, asimilamos el oxígeno necesario para repartirlo por nuestro organismo. Tras esto, expulsamos CO2 al aire de nuevo. Pero… ¿qué crees que pasaría en nosotros si ese aire que introducimos contiene tóxicos y metales pesados?
Según estudios científicos, el contacto de estos tóxicos y metales en los dientes de forma continuada puede perjudicar gravemente nuestra salud bucodental
¿Qué enfermedades puede causar? Pues afecciones tan diversas como gingivitis, periodontitis o aftas.
Los expertos de Polident – Drs. Lozano y López nos ofrecen valiosos consejos para prevenir y combatir los efectos que la contaminación puede ocasionar en la salud de nuestros dientes:
- Para empezar, es imprescindible acudir al dentista, al menos, una vez al año. ¿Para qué? Para hacer una revisión completa de nuestros dientes y pillar a tiempo cualquier enfermedad que pueda desarrollarse en nuestros dientes.
- No caer en hábitos tóxicos que perjudican la salud de nuestra boca. Cosas tan adictivas como el alcohol, fumar o el consumo excesivo de azúcar son algunos de los hábitos más nocivos para nuestra salud bucodental y, en su mayoría, suele derivar en caries e, incluso, cáncer de boca.
- Dale prioridad a la higiene de tu boca. Muchos no estamos acostumbrados a darle a nuestros dientes los cuidados que necesitan. Y lo cierto es que, tras cada comida, es necesario lavarse los dientes e, incluso, la lengua y las encías. Gracias a esto, no le darás oportunidad a las caries de asentarse en tu boca.
- Cambia el cepillo, al menos, cada tres meses. Los cepillos tienen un tiempo determinado de vida y, cuando pasa ese tiempo, deja de hacer efecto. Piensa que lo usas para lavarte los dientes… y, en consecuencia, con el tiempo se llena de bacterias y se desgastan las cuerdas. Por lo tanto, dejará de ser efectivo para lavarte los dientes.
La respuesta es sí: la contaminación afecta también a nuestra salud bucodental
Ya has visto cómo la contaminación puede afectar a la salud de nuestra boca. Por lo tanto, usa los consejos que acabamos de darte y no permitas que tu salud se vea afectada por los contaminantes que vertemos a nuestro planeta.