Cada día nuestra sociedad está más enferma, y hablo de manera generalizada. Somos más sedentarios lo que provoca un mayor porcentaje de obesidad y problemas cardiacos. Además, la polución y nuestra predisposición natural hace que las alergias sean cada vez mayores, al polvo, a los pólenes, a los animales, a ciertos medicamentos o alimentos… y eso trae consigo problemas cutáneos, respiratorios y mucho más.
Desgraciadamente esto es algo que no podemos cambiar chasqueando los dedos. Si bien cambiar nuestro estilo de vida va a ayudarnos a evitar ciertos problemas, la realidad es que cambiar de manera generalizada nuestro sistema social es realmente complicado, yo diría que casi imposible.
Sin embargo, hay ciertas actividades que podemos hacer para mejorar nuestra situación y, en mi opinión y la de muchos expertos, todas ellas podrías resumirlas en una: natación. Todos y cada uno de nosotros deberíamos practicar este deporte por muchísimas cuestiones, y todas ellas son beneficiosas para nosotros y nuestro organismo. Podría decirse que es el deporte más completo y hoy vamos a explicar por qué.
La natación es un deporte que te obliga a estar en continuo movimiento constantemente por lo que haces que todos tus músculos reaccionen inmediatamente, de manera instantánea, en cuanto te meter en el agua. Es algo instintivo que nuestro cuerpo pone en marcha con el fin de no hundirnos y, por ende, como no estamos quietos en ningún momento, el primer beneficio podríamos decir que es la resistencia. Tanto si avanzas como si te quedas suspendido en el agua, estás en continuo movimiento, por lo que se realiza ejercicio aeróbico contantemente, lo cual te ayuda a ganar resistencia y es beneficioso para los sistemas cardiovasculares y respiratorios.
El principal motivo por el que empecé a nadar fue, precisamente, un problema respiratorio. Soy alérgica desde niña y eso ha provocado en mí asma alérgico y ciertos problemas respiratorios que el médico me aseguró que no se podían tratar y que, lo mejor para mí era practicar la natación. Empecé en la piscina municipal, para probar, y cuando ya llevaba tres años nadando tres días por semanas me propuse ahorrar para instalarme una piscina en mi casa, en la parte trasera, y llamé a piscinas dtp para que me ayudarán con ese objetivo. El resultado fue una piscina de pequeñas dimensiones pero lo suficientemente larga como para nadar a gusto diariamente sin necesidad de ir a la piscina municipal, al menos entre marzo y octubre, porque desde finales de octubre hasta febrero hace demasiado frío como para entrar ahí y tengo que recurrir a las climatizadas del pabellón de deportes.
Además, con la natación es ideal tanto para prevenir lesiones como para tratarlas porque al fortalecerse, prácticamente, todos los músculos del cuerpo, se consigue una mejor postura corporal y se previenen dolores de espalda. Es beneficioso también para las articulaciones, ya que ejercitamos tendones y ligamentos, lo que aumenta la flexibilidad y la calidad de vida.
Mente sana in corpore sano
Pero lo mejor de todo es que estamos más felices. Sí, aunque no lo creáis nadar nos hace más felices porque segrega endorfinas, conocidas como las hormonas del placer, las cuales después de algunos minutos de esfuerzo provocan una natural sensación de felicidad.
Y lo mejor de todo es que, aunque yo por comodidad haya optado por la piscina en casa, si vives en la costa podrás practicas este deporte de manera gratuita en el mar, aunque te aconsejo que en los meses de invierno te tomes un descanso u optes por comprar un buen neopreno porque aunque estamos en el mediterráneo si sales y entras del agua en pleno enero acabarás con un buen resfriado.