El turismo no solo afecta a grandes ciudades turísticas como Barcelona, Madrid, Sevilla, Benidorm o las capitales de las Canarias y las Baleares. También se extiende a pueblos con menos de 50.000 habitantes y hasta de menos de 10.000. Que en determinadas temporadas del año ven multiplicada su población por 8 o por 10. Te presentamos algunos de los ejemplos más significativos.
Que España es una potencia turística a nivel mundial es un dato que no se le escapa a nadie. El visitante que llega a nuestro país le gusta conocer el territorio, y con frecuencia, hace escapadas a municipios próximos al lugar donde ha centrado su residencia. Algunos de ellos, quizás intentando huir de la masificación, buscan alojarse en municipios más pequeños donde piensan que estarán un poco más tranquilos. Muchas veces se equivocan.
Hemos querido ilustrar este dato con algunos ejemplos de pequeñas ciudades y pueblos que suelen alojar a un alto número de visitantes con relación a su población residente. Para ello, nos hemos basado en datos publicados en la prensa. Estos son algunos de los pueblos de España más visitados por turistas.
Denia. (Alicante).
Denia es una ciudad costera situada al norte de la provincia de Alicante. Según el Ministerio de Hacienda, es la ciudad con menos de 50.000 habitantes que más turistas recibe. En temporada alta, en los meses de julio y agosto, su población se llega a multiplicar por 8.
Los agentes de Romerdenia, una agencia inmobiliaria de la ciudad, abierta desde el año 2000, han sido testigos del crecimiento del municipio en las últimas décadas. Nos dicen que de recibir un turismo familiar, la localidad ha pasado a convertirse en un referente del turismo de lujo en Alicante. Todo esto, sin olvidar, su lado más accesible.
Este fenómeno ha influido en el desarrollo urbanístico y en la mejora de los servicios de la ciudad. Ahora, en Denia encontramos un campo de golf, un centro comercial y un hospital.
La calidad de los servicios y el buen clima de la zona, han hecho que algunos turistas adquieran viviendas en la ciudad, donde han fijado su residencia habitual o en donde pasan largas temporadas al año.
Salou (Tarragona).
Según el periódico Público, Salou es el municipio menor de 50.000 habitantes que más turistas recibió en el 2023 en relación a su población. La localidad tarraconense tiene una masa de 30.087 personas censadas y en agosto del año pasado alcanzó los 223.450 visitantes.
Salou se encuentra en el epicentro de la Costa Dorada. No muy lejos de otros núcleos turísticos como Cambrils y Calafell, y del Parque Temático Port Aventura. Una comarca que como sucede con buena parte de la costa mediterránea, dispone de una temperatura agradable durante todo el año.
Como sucede con Denia, muchos de los turistas deciden quedarse a vivir en el municipio. Hoy, el 32,8% de la población de Salou es extranjera. Destacando, en número, los ciudadanos de origen británico.
Salou sorprende entre otras cosas por su vibrante actividad deportiva. Tiene más de 20 clubs federados de diferentes disciplinas entre la que destaca El Club de Futbol Playa, el cual organiza varios torneos a lo largo del año, algunos de alcance europeo.
San José (Ibiza)
Sant Josep de Sa Talaia, a solo 15 kilómetros de la capital de la isla de Ibiza es otro ejemplo de un pueblo mediano acostumbrado a recibir miles de turistas cada año.
Con una población residente de 30.040 habitantes, en el 2023 recibió más de 193.000 visitantes. El problema de espacio que tiene Ibiza, en comparación con el número de turistas que recibe entre los meses de abril y septiembre, hace que los visitantes se repartan por toda la isla. Uno de los destinos escogidos es San José, debido a su proximidad al aeropuerto.
Desde luego, el municipio, de por sí, ya tiene atractivos suficientes para atraer a los foráneos. Más de 80 kilómetros de playa y una animada vida nocturna. Donde podemos encontrar macrodiscotecas como Urshuaia, espacios Chill Out pegados a la playa como el Cotton Beach Club Ibiza y emblemáticos pubs ingleses como The irish Bay.
Llama la atención el crecimiento demográfico que ha tenido el municipio. En otros tiempos, un pequeño pueblo de campesinos y pescadores repartidos en pedanías y pequeños núcleos habitacionales. A principios del siglo XX solo contaba con 5.000 habitantes. Frente a los más de 30.000 residentes habituales que tiene en la actualidad.
Alcudia (Mallorca).
Alcudia recibió durante el verano del 2023, 118.433 visitantes foráneos. Se trata del segundo puerto comercial más importante de la isla, después de Palma de Mallorca. En su muelle atracan cada día algunos de los ferris que hacen el trayecto habitual entre Mallorca y la península. O entre las islas que conforman el archipiélago balear.
El pueblo se ha desdoblado. Presentando por un lado el municipio histórico, fundado por los árabes en la edad media, antes de la reconquista efectuada por Jaume I, y el puerto de Alcudia por otro. Dos núcleos habitados que disponen de servicios durante todo el año y entre los que te puedes mover andando.
Alcudia, además, es receptor de turismo de lujo. Debido a su proximidad al cabo de Formentor. Una de las zonas más exclusivas de Europa y donde en su hotel insignia, el Hotel Formentor Four Seasons se entrega desde 1960 el prestigioso premio literario Formentor, que han recibido grandes figuras de la literatura universal como Jorge Luis Borjes, Henry Miller, Carlos Fuentes o Juan Goytisolo.
Fornells (Menorca)
En cuanto a los pueblos más pequeños, el periódico El Español, dirigido por Pedro J. Ramírez, el emblemático ex-director de El Mundo, afirma que Fornells es el pueblo de España que más visitantes recibe en comparación a su población.
Este pequeño municipio de menos de 1.000 habitantes, caracterizado por sus casas blancas postradas alrededor de su puerto natural, es un rincón escogido por aquellos que gustan de lugares tranquilos en los que descansar, sin tener que alejarse del mar.
Como sucede con buena parte del turismo de Menorca, la tipología del visitante se podría clasificar dentro de la categoría del turismo familiar. Personas que quieren disfrutar con los suyos de la playa, la naturaleza y la calidad de vida que ofrece la isla, diferente al turismo tumultuoso de Ibiza o al turismo exclusivo que encontramos en algunas partes de Mallorca.
El municipio cuenta con varios edificios fortificados levantados a partir del siglo XVI que se utilizaban para protegerlo de los ataques que perpetraban los piratas del Mediterráneo. También es famoso por ofrecer una de las calderetas de pescado más sabrosas que se cocinan en nuestro país. Un plato popular del lugar que se ha transformado en un manjar gourmet.
Trigueros del Valle (Valladolid)
También los pueblos de interior son un destino turístico. Uno que llama la atención es Trigueros del Valle, un pequeño pueblo de apenas 333 habitantes, situado en la campiña del Pisuerga, al norte de la provincia de Valladolid, que atrae cada año a miles de visitantes seducidos por sus múltiples encantos.
Y es que hay varias razones para visitar este pueblo. La primera de ellas es que se trata de una de las paradas destacadas del Canal de Castilla. Una monumental obra de ingeniería que recorría las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid por medio de un canal acuático artificial. En la actualidad, el canal se puede recorrer en barcas turísticas.
Trigueros, además es un pueblo medieval que cuenta con un castillo del siglo XV y una iglesia románica, la de San Miguel Arcángel, de la misma fecha.
Trigueros es un punto de intersección entre las denominaciones de origen de Cigales y Ribera del Duero. Un lugar de interés para los apasionados al enoturísmo, donde poder degustar interesantes vinos y comer un cordero al horno al estilo castellano.
Peñíscola (Castellón).
Peñiscola es un rincón donde historia y playa se aúnan en el mismo lugar. Algo que hace que este pueblo de apenas 8.500 habitantes sea un referente en el turismo de Castellón.
Además de sus playas, próximas a las ciudades costeras de Benicarló y Benicasim, su mayor atractivo es el Castillo del Papa Luna, perfectamente conservado y que se puede visitar en su totalidad. Este castillo templario fue el lugar en el que se retiró el papa Benedicto XIII, Don Pedro Martínez de Luna, más conocido como el Papa Luna, expulsado de Roma por el Cisma de Occidente, a finales del siglo XIV, cuando ingleses y alemanes no admitieron la autoridad del Papa e impusieron un Pontífice nuevo, Bartolomé de Prignano, arzobispo de Barí, quien ejerció como Papa con el nombre de Urbano VI.
Así, durante 40 años, la cristiandad quedó dividida ante la obediencia a dos Papás, en la que ninguno de ellos reconocía al otro, y donde los reinos cristianos debían decantarse por uno de los dos. El Papa luna, que era de origen aragonés y estableció la santa sede en la ciudad francesa de Avignon, se desplaza en 1411 al castillo de Peñíscola, hasta su muerte en 1923.
Como vemos, el turismo no exclusivo de unos pocos destinos, tenemos pueblos y ciudades, de menos de 50.000 habitantes, interesantes para ir de vacaciones.