Cada vez son más quienes se deciden por unas vacaciones diferentes, ya sea para aprender algo, como un nuevo deporte o recorrer las delicias gastronómicas de un país diferente.
Precisamente, este último, el turismo gastronómico es cada vez mayor. De hecho, el componente gastronómico del turismo de calidad constituye un producto prioritario y transversal del plan operativo anual de Turespaña. Se trata de un elemento clave en la estrategia de promoción internacional para este sector prioritario de la economía española.
En primer lugar, por su creciente peso en la demanda turística (14 % del total de turistas que nos visitaron en 2014 realizaron actividades gastronómicas, dos puntos más que el año anterior).
Esta pasión por la cocina destaca especialmente en destinos de interior (nada menos que el 23 % de los turistas que visitaron Comunidades Autónomas no litorales realizaron actividades gastronómicas). Se trata, por lo tanto, de un elemento dinamizador de la economía española con un fuerte impacto en el sector de la hostelería.
Por otro lado, la gastronomía es un atributo diferenciador de la Marca España, con un gran prestigio y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Prueba de ello son los datos del Observatorio de la Cultura, que acaban de ser hechos públicos por la Fundación Contemporánea (FC), según los cuales la gastronomía es el campo de la cultura más valorado por la población (8,3 puntos) muy por encima de la moda o la literatura, que son las que le siguen en el ranking.
Turismo Gastronómico en Barcelona en Hoteles de Lujo
Cataluña es una de las regiones en las que el turismo gastronómico tiene un mayor peso en el contexto de España. Gracias a su cocina básica más rústico, pero lleno de una gran variedad de platos, por lo general acompañado por cuatro salsas básicas: el sofrito, sanfaina, la picada y la ‘alioli.
Gracias a la posición geográfica de la región, la cocina catalana combina lo mejor del mar y la montaña: pescado de alta calidad y mariscos, algunas de las cuales sólo existen en la costa catalana (como espardenyes, perteneciente a la familia de los cefalópodos y sólo conocido a lo largo de la costa de Barcelona y Tarragona) o carne, especialmente la carne de cerdo.
Para acompañar todo, una enorme selección de verduras y frutas, y muchas especies de hongos silvestres y pasto. Junto a los platos típicos catalanes, sin embargo, hay muchos otros en los que es evidente la influencia extranjera, como la delicada cocina provenzal, o el reflejo de cocinas vecinas, como la de Valencia.
Como en casi todas sus expresiones culturales, Cataluña muestra en la planta gourmet una gran personalidad. Cocina mediterránea por excelencia, ha tenido a lo largo de los siglos diferentes influencias: el paso de los griegos, los romanos y la posterior influencia italiana durante el siglo XVIII; más tarde, una influencia francesa ha creado una cocina llena de raíces complejas que ha sido capaz de absorber lo mejor de cada uno y crear una riqueza culinaria que pertenece a la sabiduría.
Conocedores de esta realidad cada vez son más los hoteles que apuestan por ofrecer unos menús de alta calidad.
De hecho, desde hace poco menos de un año, la cocina del Hotel Mercer Barcelona está a cargo del chef Harry Wieding, ganador del premio “Cocinero joven del año” en 2013 por la Academia Catalana de Gastronomía, así como de dos Soles Repsol, el chef Wieding es ante todo un cocinero.
Todo un defensor de la gastronomía catalana tradicional, le gusta investigar para transformar ingredientes “humildes” en platos delicados, como sus clásicos mejillones a la brasa. Y lo hace con honestidad.
La filosofía de este chef consiste en trabajar con ingredientes de temporada, que los productos con los que trabaja sean frescos. Así que para mí este cocinero es importante ir adaptando los platos a las estaciones del año.
Su propuesta se basa sobre todo en el respeto por el producto y por sus productores. Cree firmemente en el producto de proximidad y de temporada. Trabaja con proveedores de confianza desde hace años.
Tiene la gran suerte de poder cocinar con un producto de calidad Premium. Por ejemplo, en la nueva carta de primavera del restaurante del Hotel, tienen gamba roja de nuestra Costa, guisantes del Maresme, espárragos de Gavá, pollo del Berguedá…