Estamos en verano, la época del año en la que por excelencia millones de españoles toman sus vacaciones y deciden abandonar la pesadez de la rutina, los agobios y el estrés para relajarse y disfrutar de unos días con sus seres más queridos. Días que les permitirán redoblar esfuerzos para cuando haya que volver al trabajo.
Uno de los destinos preferidos, no solo por los españoles sino por miles y miles de turistas, es la playa. Las costas españolas son de las mejores del mundo y eso atrae a una cantidad ingente de personas que acuden allí en busca del sol y los otros muchos placeres que garantiza y ofrece este tipo de lugares.
Cada vez más gente anda interesada en hacerse con uno de los llamados vehículos acuáticos: plataformas que nos permiten desplazarnos por el agua utilizando nuestra propia fuerza y que cada vez son más visibles en aguas cercanas a la costa. Hablamos de vehículos como los hidropedales, los pedalos, los denominados paddle surf o los kayaks.
Uno de mis mejores amigos estaba deseoso de comprarse uno de estos instrumentos para sus vacaciones, que comienzan en apenas unos días, cuando comience el mes de agosto. Mi amigo es un tipo peculiar, muy curioso y al que le gusta informarse bien de todos los aspectos de un producto. Decidió que haría sus compras a través de un portal web llamado www.hidropedalesmarengo.com, en el que vendían varios de los artículos en los que él estaba interesado.
Primero se interesó por un hidropedal. Descubrió que la inmensa mayoría de los hidropedales estaban compuestos por fibra, ya que éste es un material que permite una mayor resistencia y por tanto una mejor y mayor esperanza de vida para el producto. Después se interesó por el paddle surf y leyó que tenía grandes beneficios para la salud, como por ejemplo el que se potenciaban los músculos como los del tronco y también se entrenaban los reflejos necesarios para mantener el equilibrio. Acerca del kayak, descubrió que su origen data de hace más de 4.000 años en el Ártico y que por aquel entonces consistía en una pieza de madera revestida de pieles.
Finalmente, se decidió por el hidropedal. Escogió uno denominado “Herbie”, que al parecer había sido la última creación de Hidropedales Marengo. Lo cierto s que quedó muy satisfecho con el servicio y con la calidad del producto. Ahora, cuenta los días para comenzar sus vacaciones y probarlo en las aguas de la costa.
Los vehículos acuáticos, de moda
Decía antes que cada vez más gente estaba interesada en adquirir uno de estos vehículos acuáticos, y lo cierto es que es cada vez más común verlos en zonas acuáticas. Estas plataformas no son exclusivas de zonas de playa o costeras, sino que también pueden visualizarse en otros lugares como ríos, pantanos o lagunas.
Cualquier zona acuática es buena para disfrutar de ellos y de la paz que confieren. Sin duda, ellos son uno de esos placeres veraniegos por los que merece la pena haberse interesado. Sinceramente creo que ni mi amigo ni nadie que los posea se va a arrepentir ni durante este verano ni durante los siguientes.