Una de las cosas que más nos obsesiona ahora a los españoles y en general a todas las familias del mundo es la seguridad. Tanto la nuestra propia como la de nuestro entorno. Algunos tienen miedo desde a ir en el metro por si sucede un atentado como el que hace unos meses vimos en Bruselas hasta en casa solos por si entra un ladrón como le sucedió al archiconocido José Luis Moreno, quien hace poco lo relataba de una forma escalofriante en el programa de entrevistas de Bertín Osborne. No obstante, casi todo esto se escapa a nuestras manos, aunque sí podemos daros unos consejos para que vuestra casa sea más segura, desde tener un extintor de Balsamar a una alarma.
- Es prácticamente imposible hacer de nuestra casa el lugar más seguro del mundo, pero hay ciertos pequeños detalles que sí mejoran esta seguridad. Uno de ellos pasa por la cerradura de la puerta principal de la casa. La puerta, como todo el mundo sabe, puede ser de diferentes tipos, desde simple y básica hasta blindada o acorazada. Pero no engañéis, un buen caco sabe abrir cualquiera de ellas. Lo que sí dicen que les echa para atrás a la hora de entrar en una casa es que esta tenga más de una cerradura porque les lleva más tiempo abrirla. Si están en un descansillo con varias puertas irán a la más sencilla con casi toda seguridad. Eso sí, quizás el hecho de tener más de una cerradura indique que hay cosas de valor más que sentimiento de miedo por parte de los propietarios que allí residen.
- Las alarmas son también una buena forma de hacer de nuestra casa un lugar más seguro. Existen diferentes tipos de contratos y en función de estos variará la póliza que estemos pagando. Desde mi punto de vista, no es algo para escatimar, ya que los vigilantes a los que demos el aviso pueden sacarnos del aprieto enseguida.
- Como decíamos al principio, una casa es también más segura si cuenta con un buen extintor y que haya, por supuesto, pasado todas las revisiones con una empresa de confianza como es Balsamar. El uso de los mismos es muy sencillo, no requiere grandes lecciones, y no resultan especialmente caros. Nos pueden ayudar a prevenir grandes catástrofes que se pueden originar por cosas muy sencillas. Mismamente en mi casa el otro día había un fuerte olor a quemado y mucho humo; yo me puse a revisar la vivienda pero no encontraba el origen. Hasta que bajé al piso de abajo y me dijo la vecina que se le había quemado la comida al entretenerse con la televisión. Si se hubiese descuidado y hubiese ido a peor, podría solucionarlo fácilmente apagando el fuego. Asimismo, si queremos completar bien esto, podemos añadir también a nuestra previsión los detectores de humo.
- Muchas comunidades de vecinos se han decantado ya también por instalar y compartir entre todos un desfibrilador en las zonas comunes. De hecho, muchas de las muertes por infarto de miocardio se producen en casa, alrededor de un 80 por ciento de las mismas. El mantenimiento de este tipo de aparatos puede suponer un gasto de unos cien euros al mes, que entre la totalidad de los vecinos no aumenta mucho las cuotas mensuales de gastos.
- Tanto para protegernos de los ladrones como para la seguridad de nuestra propia familia, especialmente si hay niños pequeños en casa, está bien el colocar cerraduras también en los pestillos de las ventanas, para que no se puedan abrir por fuera pero para que tampoco puedan ser manipuladas por un menor, más si estamos en altura.
- Por mi parte, dentro de los ‘elementos’, yo añadiría también la figura de un perro. Además de un ser entrañable que da cariño a todos los miembros de la familia, ahuyenta en muchas ocasiones a quienes son amigos de lo ajeno. Un ladrido bien ronco de un perro grande puede dar más miedo que el propio caco.