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Lotería Nacional: tradición y cultura

España goza de una larga tradición en los juegos de azar. La Lotería Nacional es conocida por todos y en casos concretos, como el sorteo extraordinario de Navidad, se ha convertido en una tradición que genera esperanza y entusiasmo entre toda la población.

Los juegos existentes y los diferentes sorteos, como es sabido y ratifican nuestros amigos loteros de Diosa Fortuna, son varios y de distinta categoría. Pero la Lotería no es algo novedoso, su trayectoria, se remonta al siglo XVIII. No es un secreto que el origen de estos sorteos, radica en la intención del Estado de recaudar dinero para las arcas reales en un momento de crisis.

Durante el reinado de Carlos III el déficit público iba en aumento a pesar de las continuar reformas fiscales que se venían haciendo. Por esa razón, tomando nota de países como Italia que ya contaba con su propia lotería, el soberano, relego en el Marqués de Esquilache, Ministro de Hacienda por aquellos tiempos, la tarea de crear una lotería en España.

Encubierta bajo la forma de un sencillo juego en el que todos podían participar y obtener premios económicos, nacía en el año 1763 la Lotería Real que quedó instaurada bajo Decreto Real. Se trataba no obstante de un impuesto cuya finalidad, no era sino llenar las arcas reales.

El primer sorteo de la por entonces denominada lotería beneficiaria o primitiva, se celebró como ensayo el 10 de diciembre de 1973. Madrid fue la única ciudad en la que hubo participación y fue en la misma capital, donde se estableció la sede de la misma.

Aunque en la actualidad, la Lotería cuenta con innumerables y fieles seguidores, en sus orígenes no era en exceso popular. Por ello, en 1767, con la intención de aumentar los beneficios para el estado, se practican reformas para aumentar la cuantía de los premios. Al mismo tiempo, llega la prohibición de participar en otros juegos de azar y loterías extranjeras.

Durante el reinado de Carlos IV, el carácter benéfico de la Lotería empezó a cobrar forma y los hospitales, instituciones eclesiásticas o montes píos, recibían como donación por parte del Estado, parte de los beneficios.

A lo largo del siglo XVIII, el sistema de juegos de la Lotería Real, se afianzaba en España dando paso en la segunda década del siglo XIX, nuevos sorteos y otro sistema más moderno.

Lotería moderna o nacional

Dentro de un contexto histórico como la Guerra de la Independencia entre Francia y España, se modifica el modelo de lotería, implantándose el billete impreso para poder participar. Fueron las Cortes de Cádiz, quienes con una intención claramente recaudatoria para poder seguir luchando en la contienda, dan origen a la Lotería Moderna. Esté sistema, se convirtió en lo que hoy conocemos como Lotería Nacional.

El cuatro de marzo de 1812, se celebra el primer sorteo de la Lotería Moderna, llamado así para diferenciarla de la Primitiva creada por Carlos III. El sorteo se limitaba a Cádiz y San Fernando y para participar había que adquirir billetes impresos. Estos billetes, se imprimían a una sola cara y contaban con las firmas de los dos directores generales y el importe que se jugaba en el sorteo.

Más tarde, el dieciocho de diciembre, se celebraba el primer sorteo de Lotería de Navidad, por igual con el nombre de Lotería Moderna, con un coste de cuarenta reales por billete y un premio gordo de ocho mil.

A medida que las tropas de Napoleón, se retiraban de España, el sorteo llegaba a más ciudades. En 1815, pasó a celebrarse de Cádiz a Madrid donde todavía hoy, se celebra. Tuvieron que pasar unas cuantas décadas para que el sorteo cambiase de denominación. No fue hasta el veintitrés de diciembre de 1892, que el sorteo de Navidad adquirió nombre propio y empezó a ser sinónimo de ilusión y esperanza.

La repercusión que tuvo el sorteo extraordinario de Navidad, incluso desde antes de ser denominado como tal, inspiro la creación de otro tipo de sorteos extraordinarios. Siendo, como ya sabemos todos, el sorteo de Navidad el que más caló en la sociedad.

Ambas loterías del Estado, la primitiva y la moderna, coexistieron en el país durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, dada la creciente popularidad y aceptación de la Lotería Moderna en el pueblo español, en 1862, el gobierno optó por suprimir la primera de ellas en beneficio de la segunda. Aumentando con ello los beneficios destinados a los premios y las consiguientes retenciones a los mismos.

Paulatinamente, se fueron suprimiendo otro tipo de sorteos y rifas particulares, obteniendo el Estado el monopolio de este tipo de juegos. Igualmente se fueron incrementando el número de sorteos y las series para participar en ellos.

En el año 1924, se celebra por primera vez el Sorteo Extraordinario de la Cruz Roja, otro de los más consolidados y aún vigente en los calendarios de la Lotería Nacional.

Durante la Guerra Civil en España, el auge de la lotería no decayó: ambos bandos, celebraban sus sorteos de forma independiente. Así existía a su vez un sorteo para el bando republicano y otro para el nacional.

A lo largo del siglo XX, el sorteo ha ido sufriendo variaciones y modificaciones hasta llegar a ser el que conocemos hoy. Su popularidad sigue vigente y es sin duda uno de los juegos de azar más solicitados y en los que más ciudadanos participan.

Independientemente de sus cuantías, la Lotería Nacional cuenta con numerosos sorteos a lo largo del año, siendo sin duda el de Navidad, el más esperado y aclamado. Más como una tradición que como un juego lúdico.

Tradición navideña

La Lotería de Navidad genera un clima de nostalgia, esperanza e ilusión que pocas cosas motivan en la sociedad. El esperado sorteo que cada año tiene lugar el veintidós de diciembre, nunca falta a su cita con el pueblo español. Cultura y tradición se mezclan ese día en todos los hogares y administraciones del país. Los agraciados copan las noticias de ese día en el que todo lo demás, queda en segundo plano.

Antes de concluir este artículo, cabe hacer un breve repaso por las fechas que marcaron los pasos de este sorteo que da paso a la Navidad.

En 1812 se celebra el primer sorteo.

En el año 1832 se emiten doce mil números, considerándose bajos, medianos y altos según la numeración.

Para el año 1837 se crean dos premios mayores de igual cuantía.

Primer sorteo de Navidad denominado como tal en 1892, se celebra el veintitrés de diciembre.

La inclusión en los décimos de la denominación Sorteo de Navidad se introduce en 1897.

Durante la Guerra Civil, en 1938, se celebran dos sorteos, uno en Burgos y otro en Barcelona.

La impresión pasa a manos de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid en el año 1942.

En el año 1957 su emisión pasa de ser radiofónica a televisada. Hasta entonces solo podía leerse el resultado en prensa escrita o escucharlo en la radio.

La informatización llega a la lotería en el año 1974.

El colegio de San Idelfonso pasa a ser de carácter mixto en el año 1984, ese mismo año, las niñas son incluidas en el sorteo.

La peseta da paso al euro en el año 2002, el sorteo se canta en euros por primera vez ese veintidós de diciembre.

Para el sorteo del año 2006 se sustituye el bombo por uno con mayor capacidad de bolas para repartir más premios.

Hasta la fecha, los cambios no has sido más. Salvo el importe de los premios que ha variado, como es lógico. Sin duda el sorteo no pierde adeptos. Cada veintidós de diciembre, cuando el bombo empieza a girar, los españoles, cuenten o no con un décimo, esperan impacientes, a que el gordo, salga del bombo.

 

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