La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de riesgos laborales, publicada en el Boletín Oficial del Estado núm. 269, de fecha 10 de noviembre de 1995, tiene por objeto velar por la seguridad e higiene en el trabajo de todos los españoles y marcó en el entorno laboral un antes y un después de dicha fecha. A raíz de esta ley fueron muchas las empresas que se crearon, tales como la reputada Sermecon, en Alicante, con el fin de llevar un control de las situaciones que se dan en las empresas relacionadas con la medicina laboral y proponer medidas para subsanar las deficiencias detectadas.
Todas las empresas deben garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores a su servicio y en todos los aspectos relacionados con su trabajo. Para ello y atendiendo a la actividad que desarrollan las empresas y a la peligrosidad de sus actividades, deben elaborar por técnicos competentes un plan de prevención de riesgos laborales, una evaluación de los riesgos y una planificación y ejecución de la actividad preventiva, para cada uno de los puestos de trabajo de la empresa, puesto que lógicamente no es lo mismo la actividad que desarrolla una persona que está en una oficina que un encargado de obra, aunque trabajen para la misma empresa.
Analicemos por ejemplo, el trabajo y los riesgos de una persona que trabaja en una oficina.
Primeramente todos estaremos de acuerdo en que este trabajo no presenta riesgos tan importantes ni tan graves como los realizados en una industria, en el sector ganadero o en la construcción, pero sí presenta problemas específicos por malas posturas, como pueden ser el dolor de espalda, el dolor de cuello, la fatiga visual, el estrés, etc. Por ello juzguemos cada uno de los elementos en los que hacer hincapié por separado:
- De todos las partes que lo componen, la pantalla del ordenador es la que más influye en la salud del trabajador, pues su correcta visualización puede evitar un gran número de problemas posturales. Debemos mantener la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos o un poco por debajo y su colocación ideal sería de frente, evitando forzar el tronco y girar la cabeza para evitar dolores de espalda o cuello. Los reflejos en la pantalla pueden causarnos cansancio o fatiga visual, por lo que es aconsejable ajustarlos y evitar colocar la pantalla frente o detrás de una fuente de luz natural. Las manos en el teclado deben estar colocadas a la altura del codo, con las muñecas relajadas y rectas, para ello se debe regular la altura de la silla.
- Debe favorecer una buena posición del cuerpo y se debe trabajar con la espalda bien apoyada en el respaldo, para ello existen en el mercado sillas ergonómicas. Su base es preferible que tenga ruedas para poder llegar con facilidad a cualquier elemento de trabajo. Los pies deben descansar firmemente en el suelo, si por la altura del trabajador no llegan o no apoyan lo suficiente, deberá colocarse un reposapiés.
- Deberá ser lo suficiente grande para poder acoger la pantalla, el teclado, el ratón y los documentos de trabajo, y debe guardar relación con la altura de la silla.
- Para prevenir el cansancio postural deben hacerse pausas en el trabajo, para cambios de postura, dar pequeños paseos para mover brazos y piernas y hacer ejercicios de relajación. Como norma general debe hacerse una pausa de cinco minutos cada hora de trabajo.
- Relajación visual. Cada cierto tiempo retire su vista de la pantalla, parpadee para lubricar los ojos y mire fijamente a un punto que esté lejos de la pantalla, así podrá evitar el cansancio visual.
- Es clave no sobrecargar estanterías y armarios para evitar el riesgo de caídas de objetos y de golpes.
- Debemos revisar periódicamente las instalaciones eléctricas, evitando los multiconectores para no sobrecargar la instalación eléctrica.
- Dentro de la oficina hay que evitar temperaturas extremas, así como tener un buen nivel de confort acústico.
- Tenemos que tener siempre a mano extintores para prevenir el riesgo de incendio.
Niveles de profesionales en prevención de riesgos laborales
- Técnico de Nivel Básico. Su cometido, entre otros, es promover actuaciones preventivas, como señalización, mantenimiento, realizando un seguimiento y control. Y en caso de emergencia gestionar los primeros auxilios.
- Técnico de Nivel Intermedio. Realiza las actividades de información y formación de los trabajadores. Promueve la prevención en la empresa y vigila el cumplimiento de los programa de control.
- Técnico de Nivel Superior. Realiza las evaluaciones de riesgos de la empresa, la planificación de la acción preventiva y la vigilancia y control de la salud y seguridad de los trabajadores.