La actividad de detective privado está regulada por la Ley 5/2014 de Seguridad Privada, de 4 de abril, ya que se trata de uno de los colectivos profesionales más demandados en la actualidad. En nuestro país existen grandes empresas especializadas en este sentido. Castellana Detectives es uno de los mejores despachos de investigación, tanto privada, como para empresas, financieras, etc.
Hoy más que nunca resulta indispensable disponer de la mayor cantidad de información posible antes de tomar cualquier decisión, ya sea en lo personal o en lo profesional, por lo que cada vez se acude con más frecuencia a estos profesionales. Su trabajo consiste en hacer un seguimiento, recabar toda la información precisa y obtener pruebas suficientes para presentar al cliente un informe con el resultado de la investigación, por lo que necesitan unas grandes habilidades de observación, así como tener buena vista y oído, mucha paciencia y poder de concentración, ya que pueden estar todo un día o una noche esperando. Además, han de saber detectar cuál es la buena información y, por supuesto, es muy importante estar en buena forma, pues algunas veces tendrán que hacer alguna carrerilla o salto detrás de algún investigado o de una pista.
Estos informes emitidos por los detectives privados tienen plena validez como prueba ante cualquier juzgado, siempre que cumplan con todas las exigencias legales. Actualmente las nuevas tecnologías han cambiado un poco los sistemas de trabajo a estos profesionales, pues a sus máquinas fotográficas y grabadoras de voz o cámaras ocultas han sumado que tienen que descifrar los discos duros de ordenadores. Para ello, los ingenieros informáticos entran también en juego, ya que son detectives privados especializados en temas de redes y sistemas.
Una de las condiciones de los detectives privados es que solo pueden investigar cuestiones encargadas por interesados legítimos en el asunto. Y una de sus prohibiciones es que no pueden realizar investigaciones sobre delitos perseguidos de oficio ni utilizar para sus investigaciones medios que atenten contra el honor, la intimidad personal o familiar o al secreto de las comunicaciones.
Su campo laboral es sumamente amplio. En investigaciones privadas pueden hacer un seguimiento a un menor, a petición de sus padres, por presunción de consumo de drogas, alcohol, o incluso malas compañías. Para esto hacen la búsqueda y localización de menores tras las sospechas por el comportamiento. También se pueden encargar de investigar al servicio doméstico, hacer seguimiento y obtención de pruebas en casos de infidelidad matrimonial, aportación de pruebas para custodias de hijos menores, malos tratos, seguimiento de órdenes de alejamiento.
Asimismo, en investigaciones empresariales, se realizan informes relacionados con el nuevo personal a contratar, sobre todo en puestos directivos, con confirmación de su currículo, seguimiento en las redes sociales, aptitudes o fidelidad en empresas anteriores… También son muy recomendables para investigar la competencia desleal, pasar información a la competencia, búsqueda de pruebas en caso de pleitos, investigación de hurtos internos, seguridad informática, detección de micrófonos ocultos, informes previos a embargos, situación financiera de clientes o proveedores…
En esta misma línea, también nos pueden ayudar en los casos de temas laborales, haciendo seguimiento e informes sobre bajas fingidas, con el control de jornada laboral, el control de delegados sindicales o la fuga de información, entre otros casos.
¿Cómo obtener la condición de detective privado?
Para poder ejercer las funciones de detective privado se debe estar en posesión de la correspondiente habilitación por el Ministerio del Interior, mediante la tarjeta de identidad profesional (TIP), expedida por la Dirección General de la Policía, así como estar en posesión de un título universitario de grado en el ámbito de la investigación privada. Además, hay que contar con todas las condiciones inherentes a un cargo público, como ser español, mayor de edad, tener capacidad física y aptitud psicológica necesaria, y carecer de antecedentes penales. Asimismo, es importante no haber sido separado de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado en los dos años anteriores y no haber sido condenado por intromisión ilegitima en el ámbito de protección de derecho al honor, intimidad familiar o personal.