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La harina de garbanzos está de moda

Los garbanzos son ricos en proteína, bajo en calorías y fuente de aminoácidos esenciales. En la actualidad muchas personas utilizan la harina de garbanzos como una alternativa saludable frente a las harinas más tradicionales.

Es una harina baja en hidratos de carbono y sin gluten. Con ella puedes preparar recetas dulces y saladas. ¡Es un producto que deberías probar!

La harina de garbanzos es muy fácil de conseguir en cualquier supermercado. En Andalucía se utiliza para freír, pero sus utilidades son muchas más.

Tiene un gran aporte nutricional, siendo muy rica en hierro, fibra y omega 6. También es rica en vitaminas del grupo A, B ,C y E.

Los expertos explican que este producto
ayuda a mejorar el tránsito intestinal y contiene hidratos de carbono de absorción lenta.

Aporta jugosidad y potencia el sabor de los alimentos. Además, a los diabéticos les permite controlar los desequilibrios de glucosa en el organismo.

Desde Herboristería Online, especializados en productos saludables y naturales, explican que las personas que buscan productos “Gluten free” o que son intolerantes al gluten, pueden optar por esta harina.

Debes saber que 100 gramos de harina de garbanzos aporta 330 calorías. Las personas con colesterol alto, también pueden consumir esta harina porque ayuda a reducir los niveles altos de grasas en sangre.

Este producto es ideal para las personas veganas o que buscan sustituir el huevo por intolerancia o alergia. Si quieres preparar una tortilla de patatas sin huevo, puedes mezclar la harina de garbanzos con agua o cerveza.

Debes usar una parte de harina por 3 de agua y mezclarla hasta que no queden grumos. Después, añade las patatas y una cebolla, un toque de sal y la preparas de la misma forma que una tortilla tradicional.

Esa masa es idónea para cocinar tortillas o verduras en tempura. Esta harina también es perfecta para rebozar carnes, pescados y verduras.

Opta por esta harina para preparar pan sin gluten o como base de una pizza o fainá. Además, gracias a su alto contenido en almidón ayuda a aumentar la densidad de guisos y platos de cuchara.

Si quieres hacer tu propia harina en casa sólo necesitas tres ingredientes: garbanzos en crudo, procesador de alimentos y un colador. Sigue los siguientes pasos:

-Introducimos poco a poco los garbanzos en el procesador.

-Retiramos la harina utilizando un colador para que quede bien finita. ¡Ya tenemos nuestra harina de garbanzos!

«También existen harinas con otras legumbres, como lentejas o guisantes. La harina de lentejas contiene muy poca celulosa, por lo que se digieren fácilmente. Además su ligero sabor dulce la convierte en un recurso fantástico para galletas o bizcochos. Por el contrario, la harina de guisantes es increíble por la cantidad de vitaminas que concentra, pasando por la vitamina B1, C, K, y A, un chute de vitaminas fantástico. Puede ser un añadido genial a vuestras salsas para espesarlas y de paso sumar muchas vitaminas», informa el diario ABC.

Receta con harina de garbanzos

A continuación, te explicamos la receta de una masa de pizza sin gluten con harina de garbanzos. ¡Toma nota!

Ingredientes

150 gramos de harina de garbanzos

200 ml de agua

20 ml de aceite de oliva virgen extra

20 gramos de harina de arroz

5 gramos de levadura química o polvo de hornear

10 gramos de harina de almendras

1 cucharadita de tahini o crema de sésamo

2 gramos de sal

Preparación

1. En un bol ponemos la harina de garbanzos, la sal, el tahini, la levadura, la harina de arroz y la de almendras.

2. Mezclamos todo bien con las manos, ya que no deben quedar grumos.

3. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y volvemos a mezclar con las manos.

4. Vamos añadiendo el agua poco a poco y mezclamos. También podemos utilizar una batidora para integrar los ingredientes.

5. Colocamos la masa sobre una bandeja de horno con papel vegetal, para que no se pegue la masa de la pizza.

6. Aplastamos la masa con una cuchara hasta tener un espesor de menos de un centímetro y haciendo la forma circular. Es importante que quede una masa finita para conseguir una textura crujiente.

7. Se recomienda hornear un poco la base antes de poner el resto de ingredientes, durante unos 10 minutos a 200º C.

8. Cuando se empiece a quedar crujiente retiramos del horno.

9. Colocamos encima de la pizza la salsa de tomate, queso mozzarella, jamón y champiñones. ¡Puedes elegir tus ingredientes favoritos!

10. Bajamos el horno a 180º C y volvemos a introducir la pizza unos minutos para que se funda el queso.

¡Opta por la harina de garbanzos para elaborar recetas saludables y sin gluten!

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